¿Cuáles son los tipos de energía solar?

La energía solar es una de las energías renovables más atractivas debido a su flexibilidad: su capacidad para impulsar ciudades e industrias utilizando grandes plantas solares y, al mismo tiempo, ofrece una capacidad independiente en las regiones rurales más aisladas.

El efecto fotovoltaico (o efecto fotoeléctrico) convierte la luz en electricidad. Fue descubierto por el físico francés Edmond Becquerel en 1839 y se utilizó por primera vez en aplicaciones industriales en 1954. El principio: una corriente eléctrica se produce cuando se desplazan los electrones. Para que esto suceda, los fotones (partículas de luz) excitan los electrones más externos de los átomos de ciertos elementos semiconductores.

En la práctica, la luz que incide en una célula fotovoltaica se convierte en electricidad mediante un semiconductor, generalmente silicio . Un panel fotovoltaico está formado por varias células que producen corriente continua, que luego se convierte en corriente alterna mediante un inversor.

La tecnología de energía solar térmica de baja temperatura produce calor de los rayos del sol y lo utiliza directamente. Operando a temperaturas inferiores a 100 ° C, las instalaciones se adaptan a aplicaciones residenciales y comerciales (agua caliente y calefacción), así como a una amplia variedad de necesidades industriales. Esta tecnología representa la mayor parte de la energía solar generada en todo el mundo.

Los colectores solares térmicos se utilizan para absorber el calor de los rayos solares y transferirlo a un fluido caloportador, como aire, agua o anticongelante, que a su vez lo transporta a las zonas a calentar.

Los más extendidos son los colectores de placa plana, que están formados por una superficie oscura que absorbe los rayos del sol y una capa de aislamiento térmico rematada con una lámina de vidrio que genera un efecto invernadero.

Los colectores funcionan hasta 70 ° C por encima de la temperatura ambiente. También existen colectores de aire térmicos solares, utilizados para el secado de cultivos agrícolas, por ejemplo, y sistemas sin vidriar hechos con caucho o plástico, en lugar de una cubierta de vidrio, que se utilizan principalmente para calentar piscinas.

Los colectores de tubos de vacío son los más adecuados para usos industriales de alta temperatura, como la limpieza de mataderos o la pasteurización de productos enlatados. Están formados por tubos de vidrio al vacío para un óptimo aislamiento térmico. En el interior, un absorbedor captura la energía solar y la transfiere a un fluido.

Este segundo tipo de tecnología de energía solar térmica concentra el calor de los rayos solares utilizando colectores para calentar un fluido de transferencia (gas, aceite o sal fundida, por ejemplo) a alta temperatura. El fluido calienta una red de agua, que produce vapor e impulsa una turbina (energía mecánica), generando electricidad.

El calor de los rayos del sol se acumula en grandes centrales eléctricas donde se instalan espejos planos o curvos en vastas áreas. La tecnología se adapta mejor a países donde la luz solar es intensa, por ejemplo, en regiones desérticas.