¿Cómo consumimos la energía?

Dividimos nuestro uso de la energía entre cuatro sectores económicos: Residencial, comercial, de transporte e industrial.
La calefacción y la refrigeración de nuestros hogares, la iluminación de los edificios de oficinas, la conducción de automóviles y el transporte de mercancías, y la fabricación de los productos de los que dependemos en nuestra vida diaria son funciones que requieren energía. Si las proyecciones son correctas, vamos a seguir necesitando más.
Sólo en Estados Unidos se espera que el consumo de energía aumente un 7,3% en las próximas dos décadas. Se espera que el consumo mundial aumente un 40% en el mismo periodo de tiempo.
La disponibilidad de energía ha transformado el curso de la humanidad en los últimos siglos. No sólo se han desbloqueado nuevas fuentes de energía primero los combustibles fósiles, seguidos de una diversificación hacia la energía nuclear, la hidroeléctrica y ahora otras tecnologías renovables sino también en la cantidad que podemos producir y consumir.

En nuestras páginas sobre la combinación de energía y la combinación de electricidad examinamos con más detalle qué fuentes proporcionan esta energía.
En el ámbito de la energía, hay muchas unidades diferentes: Joules, exajoules, millones de toneladas equivalentes de petróleo, barriles equivalentes, unidades térmicas británicas, teravatios-hora, por nombrar algunas. Esto puede resultar confuso y dificultar las comparaciones.
Intentamos mantener la coherencia convirtiendo todos los datos energéticos en vatios-hora. Lo hacemos para poder comparar los datos energéticos entre diferentes métricas y fuentes.
Si este aumento de la demanda no se compensa con mejoras en la eficiencia energética en otros lugares, nuestro consumo energético global seguirá creciendo año tras año.
El creciente consumo de energía dificulta el reto de la transición de nuestros sistemas energéticos desde los combustibles fósiles hacia fuentes de energía bajas en carbono: Las nuevas energías bajas en carbono tienen que satisfacer esta demanda adicional e intentar desplazar a los combustibles fósiles existentes en la combinación energética.
Vemos que el consumo mundial de energía ha aumentado casi todos los años durante más de medio siglo. Las excepciones son los primeros años de la década de 1980 y 2009, tras la crisis financiera.
El consumo mundial de energía sigue creciendo, pero parece que se está ralentizando, con una media del 1% al 2% anual.
